BCV y bancos evalúan monto mínimo para cuentas en dólares

Bank of America Merrill Lynch considera que el Convenio Cambiario N° 20 es una muestra de lo insostenible de la tasa de cambio

Blanca Vera Azaf

el-nacional.com

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El Banco Central de Venezuela y representantes del sistema financiero comenzaron las reuniones para definir cuál será el monto mínimo que se exigirá a personas naturales para la apertura de cuentas en los dólares que se obtengan a través de la compra de papeles en el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extrajera (Sitme) o con las divisas aprobadas para viajeros que otorgue la Comisión de Administración de Divisas.

Existe premura por establecer las condiciones bajo las cuales funcionará el Convenio Cambiario N° 20, en vista de las dudas que han surgido en el sector financiero y en el propio directorio del ente emisor. La semana pasada se interpretó que el convenio sólo permitiría la apertura de cuentas en divisas provenientes del Sitme o a través del Sistema de Colocación Primaria de Títulos en Moneda Extranjera (Sitcome), el cual funciona cada vez que la República o Pdvsa realizan una emisión de bonos. Sin embargo, una fuente relacionada con el BCV dejó claro que los viajeros también podrán contar con la opción de abrir una cuenta en dólares en Venezuela.

Si bien a los proveedores se les depositan los dólares aprobados por la comisión y liquidados por el BCV en el exterior, parte de la discusión que se lleva a cabo con el sistema financiero es cómo "democratizar" el acceso a las divisas para viajeros, a través del uso de una tarjeta de débito, pues hasta ahora el acceso a las divisas ha estado restringido sólo a quienes tienen tarjeta de crédito.

Malos presagios

Bank of America Merrill Lynch señaló ayer en su informe diario que el Convenio Cambiario N° 20 conducirá a un mayor consumo de reservas y no será visto positivamente por los tenedores de deuda venezolana. Destaca que no es positivo que las nuevas normas de la política cambiaria se propongan reciclar papeles en vez de hacer nuevas emisiones. "Cuando Venezuela decide reciclar bonos está utilizando sus activos en moneda extranjera para adquirir títulos, que luego son vendidos a nacionales. De esa manera financia las necesidades de divisas del sector privado a través de una merma de sus activos y un incremento de sus pasivos, es decir, precisamente lo que implica una nueva emisión".

El informe indica que dado que los precios de los bonos venezolanos tienen implícito un riesgo por la probabilidad de cesación de pago, no queda claro si el Convenio Cambiario N° 20 es una buena noticia para los inversionistas, pues significa que el Gobierno venezolano tomó la medida para buscar disminuir sus activos o aumentar sus pasivos.

Añade que ambas decisiones indican lo insostenible que es la tasa de cambio y el régimen de política fiscal, lo que automáticamente aumenta la inquietud entre los inversionistas por una posible cesación de pago de la deuda.

Señala el documento que mientras el Gobierno haga más accesible a los nacionales el acceso a las divisas, más rápido se reducirá su tenencia de efectivo. Asegura que tal decisión podría terminar en un severo ajuste cambiario, que restablecerá al menos temporalmente el equilibrio fiscal de las cuentas externas. "Sin embargo, en tal escenario, el Gobierno a cargo deberá decidir entre el dolor de un ajuste o el costo de una cesación de pago. Lo que el Convenio Cambiario N° 20 hace es acercar mucho más esa decisión".

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