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Cadivi: sin remesas a familiares ni respuestas a usuarios
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21:02
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Noticias
Hace 2 meses que Cadivi sancionó con 90 días hábiles de inoperatividad a Italcambio y a Munditur. Quien intente conseguir información vía telefónica o la website sólo encontrará un ciclo de silencio.
Leonardo Suárez Montoya
Correodelcaroni.com
Chávez anuló el 1 de enero de 2011 la dualidad cambiaria que permitía enviar dinero a familiares en el extranjero a 2,6 bolívares por dólar
El silencio monótono, eterno, que se prolongó por un minuto y medio, sólo era interrumpido por los 21 repiques infructuosos al teléfono de Cadivi. De los cuatro números de la oficina central en Caracas tres sonaron siempre ocupados; el otro, aunque caía la llamada, la respuesta muda siempre fue la misma: no hay quien dé información
“30 de marzo”, contesta de inmediato Luis -nombre dado al usuario por resguardo a su identidad- quien a partir de esa fecha no puede enviar remesas a familiares en el extranjero, porque la oficina con la que tramitaba -Italcambio- las divisas fue sancionada por la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).
Hace dos meses, por “incumplimiento reiterado de la normativa cambiaria y de las obligaciones contenidas en el Convenio para regular la actividad del Operador Cambiario Autorizado”, Cadivi penó por 90 días hábiles a las compañías anónimas Italcambio y Munditur, Casa de Cambios.
Mensualmente enviaba Luis 300 dólares a su madre, en Bogotá. Es el monto máximo autorizado por la providencia 96, de Cadivi, del 28 de mayo de 2009. Es decir, para enviar gastos de manutención, Luis pagaba en bolívares 1.645: 1.290, equivalente al cambio de 4,3 bolívares por dólar, más 27,5 por ciento por gastos administrativos y por envío de divisas, 355 bolívares a las operadoras: Italcambio, en Venezuela y MoneyGram, en el extranjero.
“Al final estaban portándose bien. Les estaban exigiendo una buena atención y había un supervisor”, describe Luis cómo era el servicio de Italcambio desde hacía unos meses.
Entre las mejoras destaca que este operador cambiario ya había estipulado a una sola persona para recibir las solicitudes y un solo día para atender a las personas de origen asiático. Resalta además Luis la presencia de un cartel en la oficina del Orinokia que prohíbe a los trabajadores recibir y a los usuarios dar regalos para conseguir la eficacia en uno de los trámites.
Hace más de un año, su apreciación por esta empresa era distinta. Antes acudía a la oficina de Italcambio en el aeropuerto Manuel Piar, de Puerto Ordaz y por problemas con las agentes pidió traslado a la oficina en Orinokia.
Ni envíos ni respuestas
Al ingresar al sistema de Cadivi, Luis notificó el 15 de abril de 2011 que, ante la imposibilidad de enviar las remesas por 90 días hábiles vía Italcambio, sustituiría el operador cambiario.
Explica que fue 15 días después de la sanción, porque de acuerdo con la normativa, cada seis meses deben renovarse los requisitos; entre ellos: la constancia apostillada de residencia en Bogotá de su progenitora, emitida el 15 de abril, fecha que debe coincidir -parámetros de Cadivi- con la nueva solicitud.
Luis aún no obtiene respuesta. Cada vez que ingresa al sistema de Cadivi lo corrobora: “estatus de solicitud: por respuesta”. Mes y medio más tarde, sigue experimentando llamadas sin contestar a los teléfonos en Caracas; o bien, cuando revisa la bandeja de entrada de su correo electrónico no encuentra ningún mensaje, como contestación al que envío el 20 de mayo.
Desde la sanción, Luis optó por cambiar de compañía para enviar las remesas; a una que le queda más cerca del trabajo y no tiene tantas colas; variable ésta que consideró porque no quiso acudir a un banco autorizado para realizar este trámite, por las largas filas que se forman para la atención al cliente.
Más llamadas, menos respuestas
Después de hablar con ocho operadores para dar con el número de la gerencia general de Italcambio, la redacción no pudo conseguir detalles de la sanción de Cadivi, ni si podrían volver a funcionar como operadores cambiarios a partir del 16 de agosto, ni en qué condiciones están los usuarios que quedaron pendientes en trámites y por los cuales esta empresa debía responder.
La situación no fue distinta cuando, al revisar la página web de Cadivi, en la pestaña de atención al usuario-persona natural-remesas familiares, la única información disponible es la providencia 96, de hace dos años. El sitio web ofrece sin embargo un quinto número telefónico -además de los 0212-606-3499/3995/3904 y 3939, el único que repica, pero no contestan- el 0501-Cadivi-1 (0501-223484 -1).
Al llamar y tratar de conseguir información oficial, el usuario recibe la bienvenida a Cadivi y la máquina ofrece tres opciones: 1: personal natural; 2: persona jurídica; 3: finalizar llamada.
Se marca 1 y brinda cuatro nuevas posibilidades; se pulsa la primera, cómo realizar una solicitud; de entre los nueve requerimientos que ofrece la operadora, se oprime 3, remesas a familiares.
¿La respuesta de la máquina?: Favor revisar el portal web de Cadivi, en el que encontrará toda la información para el trámite de envío de remesas a familiares.
Débiles jurídicos
En promedio cinco denuncias diarias ha recibido la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco) desde la sanción de Cadivi a Italcambio y a Munditur.
Más allá de la violación de los pactos internacionales de San José y de los Derechos del Trabajador Migrante, el presidente de Anauco, Roberto León Parilli, subraya que las medidas que tome Cadivi con relación a los operadores cambiarios no tienen por qué afectar a los usuarios.
“No nos oponemos a que sancionen; si hay cosas al margen de la ley, hay que sancionar. Está muy bien, pero hay que tener cuidado con los particulares, que son los débiles jurídicos”, puntualiza Parilli.
“Puedes suspender al operador, pero tienes que darle flujo (a las solicitudes) para que (el usuario) pueda cambiarse de operador, de manera inmediata y sin traumas para que siga la continuidad de las remesas. Es lo que no supo hacer Cadivi y el mecanismo no es expedito y hay personas que no han podido enviarlas”.
El presidente de Anauco concluye que la burocracia y la lentitud de Cadivi la llevan a veces a enfrentar situaciones imprevistas que no están en regulación los manuales ni el portal web y terminan por no resolver problemas puntuales.
En comparación con la información de Cadivi en su página de Internet, las 300 denuncias que ha recibido Anauco podrían representar un incremento de 23 por ciento para las 1.316 solicitudes aprobadas para su liquidación entre el primero de enero de 2010 y el 31 de marzo de 2011.
Leonardo Suárez Montoya
Correodelcaroni.com
Chávez anuló el 1 de enero de 2011 la dualidad cambiaria que permitía enviar dinero a familiares en el extranjero a 2,6 bolívares por dólar
El silencio monótono, eterno, que se prolongó por un minuto y medio, sólo era interrumpido por los 21 repiques infructuosos al teléfono de Cadivi. De los cuatro números de la oficina central en Caracas tres sonaron siempre ocupados; el otro, aunque caía la llamada, la respuesta muda siempre fue la misma: no hay quien dé información
“30 de marzo”, contesta de inmediato Luis -nombre dado al usuario por resguardo a su identidad- quien a partir de esa fecha no puede enviar remesas a familiares en el extranjero, porque la oficina con la que tramitaba -Italcambio- las divisas fue sancionada por la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi).
Hace dos meses, por “incumplimiento reiterado de la normativa cambiaria y de las obligaciones contenidas en el Convenio para regular la actividad del Operador Cambiario Autorizado”, Cadivi penó por 90 días hábiles a las compañías anónimas Italcambio y Munditur, Casa de Cambios.
Mensualmente enviaba Luis 300 dólares a su madre, en Bogotá. Es el monto máximo autorizado por la providencia 96, de Cadivi, del 28 de mayo de 2009. Es decir, para enviar gastos de manutención, Luis pagaba en bolívares 1.645: 1.290, equivalente al cambio de 4,3 bolívares por dólar, más 27,5 por ciento por gastos administrativos y por envío de divisas, 355 bolívares a las operadoras: Italcambio, en Venezuela y MoneyGram, en el extranjero.
“Al final estaban portándose bien. Les estaban exigiendo una buena atención y había un supervisor”, describe Luis cómo era el servicio de Italcambio desde hacía unos meses.
Entre las mejoras destaca que este operador cambiario ya había estipulado a una sola persona para recibir las solicitudes y un solo día para atender a las personas de origen asiático. Resalta además Luis la presencia de un cartel en la oficina del Orinokia que prohíbe a los trabajadores recibir y a los usuarios dar regalos para conseguir la eficacia en uno de los trámites.
Hace más de un año, su apreciación por esta empresa era distinta. Antes acudía a la oficina de Italcambio en el aeropuerto Manuel Piar, de Puerto Ordaz y por problemas con las agentes pidió traslado a la oficina en Orinokia.
Ni envíos ni respuestas
Al ingresar al sistema de Cadivi, Luis notificó el 15 de abril de 2011 que, ante la imposibilidad de enviar las remesas por 90 días hábiles vía Italcambio, sustituiría el operador cambiario.
Explica que fue 15 días después de la sanción, porque de acuerdo con la normativa, cada seis meses deben renovarse los requisitos; entre ellos: la constancia apostillada de residencia en Bogotá de su progenitora, emitida el 15 de abril, fecha que debe coincidir -parámetros de Cadivi- con la nueva solicitud.
Luis aún no obtiene respuesta. Cada vez que ingresa al sistema de Cadivi lo corrobora: “estatus de solicitud: por respuesta”. Mes y medio más tarde, sigue experimentando llamadas sin contestar a los teléfonos en Caracas; o bien, cuando revisa la bandeja de entrada de su correo electrónico no encuentra ningún mensaje, como contestación al que envío el 20 de mayo.
Desde la sanción, Luis optó por cambiar de compañía para enviar las remesas; a una que le queda más cerca del trabajo y no tiene tantas colas; variable ésta que consideró porque no quiso acudir a un banco autorizado para realizar este trámite, por las largas filas que se forman para la atención al cliente.
Más llamadas, menos respuestas
Después de hablar con ocho operadores para dar con el número de la gerencia general de Italcambio, la redacción no pudo conseguir detalles de la sanción de Cadivi, ni si podrían volver a funcionar como operadores cambiarios a partir del 16 de agosto, ni en qué condiciones están los usuarios que quedaron pendientes en trámites y por los cuales esta empresa debía responder.
La situación no fue distinta cuando, al revisar la página web de Cadivi, en la pestaña de atención al usuario-persona natural-remesas familiares, la única información disponible es la providencia 96, de hace dos años. El sitio web ofrece sin embargo un quinto número telefónico -además de los 0212-606-3499/3995/3904 y 3939, el único que repica, pero no contestan- el 0501-Cadivi-1 (0501-223484 -1).
Al llamar y tratar de conseguir información oficial, el usuario recibe la bienvenida a Cadivi y la máquina ofrece tres opciones: 1: personal natural; 2: persona jurídica; 3: finalizar llamada.
Se marca 1 y brinda cuatro nuevas posibilidades; se pulsa la primera, cómo realizar una solicitud; de entre los nueve requerimientos que ofrece la operadora, se oprime 3, remesas a familiares.
¿La respuesta de la máquina?: Favor revisar el portal web de Cadivi, en el que encontrará toda la información para el trámite de envío de remesas a familiares.
Débiles jurídicos
En promedio cinco denuncias diarias ha recibido la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco) desde la sanción de Cadivi a Italcambio y a Munditur.
Más allá de la violación de los pactos internacionales de San José y de los Derechos del Trabajador Migrante, el presidente de Anauco, Roberto León Parilli, subraya que las medidas que tome Cadivi con relación a los operadores cambiarios no tienen por qué afectar a los usuarios.
“No nos oponemos a que sancionen; si hay cosas al margen de la ley, hay que sancionar. Está muy bien, pero hay que tener cuidado con los particulares, que son los débiles jurídicos”, puntualiza Parilli.
“Puedes suspender al operador, pero tienes que darle flujo (a las solicitudes) para que (el usuario) pueda cambiarse de operador, de manera inmediata y sin traumas para que siga la continuidad de las remesas. Es lo que no supo hacer Cadivi y el mecanismo no es expedito y hay personas que no han podido enviarlas”.
El presidente de Anauco concluye que la burocracia y la lentitud de Cadivi la llevan a veces a enfrentar situaciones imprevistas que no están en regulación los manuales ni el portal web y terminan por no resolver problemas puntuales.
En comparación con la información de Cadivi en su página de Internet, las 300 denuncias que ha recibido Anauco podrían representar un incremento de 23 por ciento para las 1.316 solicitudes aprobadas para su liquidación entre el primero de enero de 2010 y el 31 de marzo de 2011.
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