Crece el mercado negro

Hay distorsiones en sectores como alimentos, automotriz y divisas por la rígida supervisión del Estado. El economista Héctor Valecillos señaló que, como consecuencia de los controles, la producción está cayendo

Tal Cual - Ender Marcano

La economía venezolana en las últimas tres décadas se ha caracterizado por tener altos índices inflacionarios. Durante los pasados doce años una de las estrategias del gobierno central para contrarrestar esta situación ha sido la aplicación de controles, que año tras año se mantienen y van aumentando.

Estas restricciones han causado desabastecimiento en algunos productos, lo cual a su vez también ha contribuido al aumento en los precios, la aparición de mercados negros, todo dentro de un círculo vicioso del que no se saldrá mientras no aumente la productividad del país.

Hay tres ejemplos muy claros que pueden graficar el resultado de los exacerbados controles para los factores económicos del país. En primer lugar está el control de cambio instaurado en el país desde el 2003, el cual generó un mercado paralelo que estuvo alimentado hasta el año pasado por los bonos de la deuda pública emitidos por el gobierno central y Petróleos de Venezuela.

En muchos casos como los importadores no podían acceder a las divisas por medio del canal oficial (Cadivi), lo hacían a través del mercado paralelo el cual se cotizaba muy por encima de la tasa oficial. Por supuesto, esto se veía reflejado al final en el precio de los bienes, servicios y productos.

El segundo ejemplo es el sector automotriz, donde se reflejan las consecuencias de la política cambiaria. Desde el 2007, tanto las ventas como la producción de vehículos, han venido cayendo, de acuerdo a las cifras de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez). Desde 2008 la disminución en el flujo de las divisas afectó a este sector, disminuyendo el ingreso de materias primas para la fabricación de unidades en el país.

Al caer la oferta de manera tan drástica en el mercado primario, los vehículos fuera de concesionarios aumentaron su cotización y además se crearon negocios ilegales como el cobro de comisiones para acceder a un auto nuevo, que en la calle podía valer 40% ó 50% más que dentro de una agencia.

Otro ejemplo es el sector de alimentos, también víctima de regulaciones en los precios. Con el tiempo, estos controles han provocado desabastecimiento de algunos rubros en los puntos de venta tradicionales, y su posterior migración a la economía informal, a un costo mayor al indicado por las autoridades.

CÍRCULO VICIOSO
El economista Héctor Valecillos explicó que cuando se hace un uso extendido de los controles en la economía la producción se ve estrangulada, y si esto no está acompañado de una disminución en la demanda se presenta un escenario donde hay menos productos para las mismas personas, lo cual presiona los precios al alza.

El economista Valecillos también agregó que aunque los controles afecten sólo a un área, las deficiencias que se presenten con insumos o materias primas dentro de ese sector luego pueden transferirse al resto de la economía.

Con respecto a la Ley de Costos, Precios y Protección del Salario Valecillos señaló que es la última expresión de una política antiinflacionaria errada. Afirma que mientras no exista suficiente cantidad de productos en el mercado los precios continuarán aumentando por la presión de la demanda.

Una muestra de esto es que desde enero del 2008 la inflación acumulada es de 123,9%, mientras que el núcleo inflacionario (que excluye los controles de precio) es de 139,7%.

Publicado en:
http://www.talcualdigital.com/Avances/Viewer.aspx?id=52264&secid=3

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